Los Videntes de la aparición del Señor de la Misericordia

Primeros registros del milagro

Carta del Párroco de Ocotlán al Arzobispo de Guadalajara

"Ilustrísimo señor, honrado prelado y señor de todo mi respeto.

 

Con el corazón lleno de amargura pongo de su conocimiento, que el día dos del presente, a las siete y cuarto de la mañana se sintió en este pueblo un fuerte temblor, el cual se repitió entre nueve y diez de la misma mañana horrorosamente, pues cayó a tierra la iglesia parroquial, casa cural y en general todos los edificios de esta población. Ya se han sepultado cuarenta y seis personas de ambos sexos y edades y han aparecido multitud de lastimados que da compasión verlos; yo señor estaba, cuando esto sucedió escribiendo en mi sala la cual se me cayó encima y milagrosamente escape, no sé cómo. Mi compañero el padre Julián no tuvo ninguna contingencia y ambos estamos en cumplimiento de nuestro ministerio auxiliando espiritualmente a todos estos infelices. La iglesia del hospital no cayó, pero esta algo resentida por cuyo motivo e consumido el deposito, ya le mandare reconocer y como resultado daré cuenta a Usted. La iglesia de san Luis y Zula también cayeron. Yo estoy asegurando con mucho cuidado todos los vasos sagrados, ornamentos e imágenes que voy sacando de las ruinas

 

Esta población se haya sumergida en la miseria y no se puede contar con un arrimo seguro donde liberarse de la intemperie del tiempo. El día tres entre nueve y diez de la mañana que se ajustaron veinticuatro horas desde este acontecimiento desgraciado se vio en derecho de esta población entre poniente y norte figurado en un pedazo de nube la efigie muy perfecta figurada de nuestro Señor Crucificado que duró media hora y en este tiempo más de dos mil almas que había en la plaza se arrodillaron pidiendo a gritos misericordia al Señor.

 

Todo lo que pongo en el superior conocimiento de Usted con dolor y sentimiento habiéndolo hecho ya también al señor gobernador de la Sagrada Mitra.

 

Dios guarde la importante vida de Usted

Ruinas de Ocotlán, octubre 4 de 1847"

 

Sr. Cura Julián Martín del Campo

 

Carta del Alcalde de Ocotlán al Gobernador de Jalisco

"Excelentísimo señor

 

El sábado dos del presente a las siete y cuarto de la mañana, se sintió en este pueblo un fuerte temblor, que duro más de cinco minutos, no habiendo, causado ninguna desgracia. La repetición, excelentísimo señor, fue terrible y esta acaeció entre las nueve y diez de la misma mañana, en que, en un momento, no quedo un solo edificio en esta población, quedando arrasados por los suelos unos, y otros en ruinas peligrosas que es de necesidad tumbar.

 

Hasta ayer, excelentísimo señor, iban sepultadas cuarenta y seis personas de ambos sexos y edades y no puede saberse con certeza el número de lastimados que por milagro salieron de entre las ruinas; se admira el número excesivo de gentes que agarraron debajo y que sacaron sin lesión alguna.

 

No solo este pueblo sufrió las desgracias; pues lo mismo sucedió en todos los puntos de esta municipalidad, donde hasta los potreros de piedra que guardaban las cementeras, quedaron arrasados, siendo esto causa de que los animales estén sobre las labores, todo fue terror y espanto ese día, pues a los cerros y las peñas se desgajaban, y las fieras despavoridas aullaban.

 

Hoy, excelentísimo señor, a las veinticuatro horas después del acontecimiento desgraciado, se ha visto entre poniente y norte, figurada en una ráfaga como cometa reluciente, la efigie muy perfecta del Señor Crucificado, que duró media hora, y en cuyo tiempo, más de dos mil almas que estaban en la plaza se postraron haciendo actos de contrición y pidiendo a gritos misericordia al Señor. 

 

Compasión da ver cómo andan las familias de este pueblo, sin tener siquiera en repecho donde refugiarse de la intemperie del tiempo, y a la mayor parte de la mendicidad y sin con que alimentarse, pues no encuentran en que trabajar ni artesanos ni jornaleros, pues no se ha contado más con los auxilios de algunas reces, maíz y leche que de caridad está repartiendo diariamente el señor don Pedro Castellanos, quien me acaba de manifestar una carta, por la que veo que Usted está dando una mirada de compasión hacia este infeliz pueblo, ha dispuesto venga un facultado con su botiquín a curar a los lastimados, y yo por mi parte y a nombre del vecindario y del pueblo le doy gracias a Usted y le tributo mis respetos y distinguida consideración

 

Dios, libertad y federación. 

Ruinas de Ocotlán, 3 de octubre de 1847."

 

J. Antonio Jiménez.

Primera información testimonial (1847-1848)

 

Entre los años de 1847 y 1847 la arquidiócesis de Guadalajara recabó treinta testimonios por mandato del licenciado Miguel Castellanos.

 

Vidente Oficio Edad
Jose Antonio Jimenez Alcalde  
Benigno Martinez Notario parroquial 47 años
Roman Ibarra Musico 25 años
Juan Barrios Guarda de rentas 37 años
Fernando Castellanos Labrador 29 años
Ramon Jimenez Comerciante 27 años
Manuel Lobato Sastre 27 años
Guadalupe Martin del Campo Labrador 37 años
Francisco Godinez Labrador 51 años
Jose Zendejas Tocinero 25 años
Jose Manuel Flores Labrador 57 años
Felipe Robledo   33 años
Francisco Perez Comerciante 21 años
Juan Romero Sastre 50 años
Modesto Cervantes Preceptor de primeras letras 31 años
Nemecio Mendoza Barbero  25 años
Pbro. Julian Navarro Vicario parroquial 37 años
Ramon Godinez Labrador 41 años
Jose Maria Ponce Cantor de la parroquia 25 años
Jose Maria Pardo Labrador 49 años
Agustin Surricaldi Cohetero 25 años
Filomeno Bautista Zapatero 23 años
Florencio Lobato Barbero 37 años
Pbro. Julian Martin del Campo Parroco  
Encarnacion Castellanos Hacendado y Labrador 51 años
Pedro Castellanos Hacendado 47 años
Ramon Mora Labrador 44 años
Florencio Ochoa Comerciante 42 años
Ignacio Garcia Comerciante 25 años
Merced Ochoa Herrero 25 años

Segunda información testimonial (1897)

Al cumplirse cincuenta años de la gloriosa aparición de Nuestro Señor, en el año de 1897, por disposición del señor Arzobispo Pedro Loza y Pardavé, el Padre Cornelio de la Cruz promovió una nueva información testimonial, que se verificó el día tres de octubre ante el notario público Manuel M. Castro,  llevada a efecto eclesiástico por el canónigo de la catedral metropolitana el Padre Luis Silva Álvarez Tostado.

Vidente Oficio Edad
Filomeno Carrillo Agricultor 74 años
Ignacio Salcedo Agricultor 70 años
Agapito Carrillo Agricultor 78 años
Jose Flores Sahagun Agricultor 76 años
Cirilo Razo Agricultor 74 años
Felipe Oregel Agricultor 73 años
Santiago Gonzalez Agricultor 78 años
Jose Maria Bautista Zapatero 70 años
Cornelio Quijas Talabartero 56 años
Miguel Cortes Agricultor 82 años
Jose Maria Cendejas Sastre 59 años
Gregorio Rios Agricultor 73 años
Urbano Gutierrez Villarruel Musico  
Pedro Tortolero Matancero 58 años
Gregorio Salcedo Agricultor 75 años
Teodoro Enriquez Zapatero 75 años
Bernardino Flores Albañil 58 años
Alejo Montes Albañil 62 años
Francisco Diaz Panadero 71 años
Julio Rojas Zapatero 75 años
Casimira Hernandez   65 años
Maria Refugio    62 años
Paula Ruiz Velasco    
Rufina Becerra Doncella 61 años
Maria Jesus Becerra Doncella 64 años
Francisca Romero   65 años
Estefania Vargas   78 años
Maria Jesus Rodriguez Doncella 66 años
Maria Lopez   62 años
Maria Nabor Perez   65 años

Testimonio de Sacerdotes (1897)

Cuatro sacerdotes agregaron su testimonio de oído, ya que sus ancestros les compartieron su experiencia de haber vivido el milagro.

Padre Cornelio de la Cruz.

Padre Modesto A. Oliva.

Padre Fernando de los Ríos.

Padre Ignacio Elizondo.

 

 

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